jueves, 24 de enero de 2013

CUENTO DE MIL AUTORES

VAMOS A CONTAR UN CUENTO.
UN CUENTO DE "MIL" AUTORES...


VAMOS A CREAR UN MUNDO.
UN MUNDO DE "MIL" PERSONAJES...


Y ENTRE TODOS. 




               Cuando lo leáis, si tenéis deseos de participar, continuáis la historia con mucho ingenio e imaginación, añadiendo un comentario. Recordad tener cuidado con la ortografía e identificar quién es el autor del comentario, con nombre y curso.

              Ánimo y manos a la obra. Perdón, jajaja, ¡Manos al teclado, jajajaja!

              La historia empieza así...


          Érase una vez un pequeño aprendiz de mago, que no sabía ni leer ni escribir. No sabía por qué, pero cuando se acercaba a algún libro, algo insólito le ocurría: le picaba todo el cuerpo como si miles de pulgas le invadiesen y no se paraba de rascar el pobrecito hasta que no desaparecía de su vista. 
        Él lo que quería era aprender a dominar la fantasía de la magia, para derrotar dragones, salvar princesas, descubrir encantamientos asombrosos y ser reconocido como el mayor mago de todos los tiempos. Pero... ni se te ocurriera acercarle un libro, ni tan siquiera una pluma para escribir su nombre. ¡Él no quería perder el tiempo en esas tontadas inútiles! 
        Y para no tener que aprenderlas, debía engañar a todos, sobre todo a su maestro, cuando era necesario usar esas técnicas tan aburridas de leer y escribir. Por eso le ocurrían cientos de anécdotas de todo tipo, algunas veces divertidas, otras peligrosas, otras aburridas y muchas veces... ¡¡¡PUM!!! ¡¡Bien explosivas!! Veréis, veréis... 
          En una ocasión, nuestro joven aprendiz, llamado...
       

          

2 comentarios:

  1. Rodric, fue llamado por su Gran Maestro Mago, más conocido como Willow. Willow pidió a su aprendiz que preparase una sencilla crema curativa para eliminar un pequeño grano en la punta de la nariz de su majestad la Reina y que encontraría el nombre de los ingredientes en la página 33 de su recetario. Por supuesto, Rodric le dijo que no se preocupase, que lo haría enseguida, pero como no sabía leer se inventó lo que debía añadir a la crema. Al incorporar el último ingrediente, ajo espachurrado, pegó tal explosión que se le erizaron todos los pelos de su cuerpo. Parecía un erizo negro, negro como el carbón.
    Luego dijo a su maestro que el ajo estaba en mal estado y se lo creyó. Se había vuelto a librar.
    (Don Gustavo, 3º A)

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  2. Pero la reina seguía esperando. Rodric disimuló la fabricación de una nueva crema, aunque en realidad lo que hizo fue mezclar barro con cera derretida. Cuando la reina se echó la falsa crema "quita granos" por la nariz ... el grano empezó a crecer hasta que se convirtió en una berruga muy grande. La reina perdonó a Rodric, porque sabía que estaba aún aprendiendo y le vio entusiasmado y preocupado en la elaboración.
    Justo esa misma noche había un baile y la reina tuvo que ponerse un pañuelo en la nariz . Rodric y William asistieron al baile y se fueron directos al banquete real. La reina empezó a bailar con el rey. Y... de repente, por la ventana apareció un dragón derritiendo con su fuego todo lo que veía. Nadie se lo esperaba, y los soldados e invitados a penas pudieron reaccionar. De un llamarazo el dragón reventó la berruga que tenía la reina en la nariz. Eso sí, la dejó la cara más quemada que un churrasco.
    Celia (3º A)

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